Estimado sr: tengo el honor y la satisfacción de no compartir ninguna de las opiniones que ha vertido Ud. en el diario El País el día 11. Herri Batasuna, que yo creo que se está riendo de Uds., lo tiene muy fácil, renuncia al uso de la violencia y ya se puede sentar en cualquier parlamento o lugae de discusión.
Esta condición no se le exige a Herri Batasuna únicamente, se le exige a todos los ciudadanos de este país y una gran mayoría lo acepta y lo cumple, por tanto no debe implicar una gran dificultad, otra cosa diferente es que en el juego democrático general no se cuenten con los suficientes votos y tus ideas o proposiciones no puedan llevarse a cabo pero, claro, esto le ocurre a todo el mundo.
Esa mesa que se quiere montar, con la que yo no estoy de acuerdo, pretende soslayar esa carencia de votos e imponer las ideas de una minoría a una gran mayoría.
Además, las opiniones de esa mesa con ETA vigilando no valen para nada.